La propuesta potencia las conexiones peatonales entre la plaza de Legazpi y el futuro parque del Manzanares, encadenando la glorieta con la plaza sur de la torre y la plaza interior del mercado para acabar directamente en la margen norte del río. En la dirección paralela al trazado del río se fortalecen las conexiones entre el complejo cultural del Matadero y el barrio que está al otro lado del Mercado de Fruta y Verdura y de la torre, tanto por la glorieta de Legazpi como por la plaza sur de la torre.
La estrategia de colonización se basa en la superposición de tramas estructurales y de pieles modulares que crean tanto los espacios interiores como las fachadas. Las tramas estructurales son dos; en el caso del mercado viene definida por los pórticos originales y en el caso de la torre está constituida por su núcleo central radial con tres brazos. Las pieles modulares son homogéneas a todo el conjunto y están compuestas por pompas neumáticas transparentes de un material altamente resistente y ligero (EFTE).