Rehabilitación del Mercado de Frutas de Legazpi, Madrid
La propuesta busca potenciar las conexiones peatonales entra la plaza de Legazpi y el parque del Manzanares y entre el complejo cultural del Matadero y el barrio que está al otro lado del Mercado.
La estrategia de colonización se basa en la superposición de tramas estructurales y de pieles modulares. Las tramas estructurales son dos; en el caso del mercado viene definida por los pórticos originales y en el caso de la torre está constituida por su núcleo central radial con tres brazos. Las pieles modulares son homogéneas a todo el conjunto y están compuestas por pompas neumáticas transparentes de un material altamente resistente y ligero (EFTE).
La propuesta de mercado parte de la geometría estructural existente, sobre esta trama se insertan pantallas curvas que van creando las distintos espacios en función de las nuevas necesidades de programa.
Las pantallas curvas se proyectan de una planta a otra creando los núcleos de comunicaciones y los servicios aprovechando los huecos en el forjado existentes. En la planta superior las cúpulas inflables aparecen como resultado de la nueva configuración interior y sellan en parte la costura abierta en la cubierta de la estructura original.
En la torre, las comunicaciones y servicios se condensan cada dos niveles en unas plantas de doble altura desde las que, salvando medias plantas, se accede bien al nivel superior o bien al nivel inferior. Esta sección divide por dos el número de paradas de los ascensores ahorrando en tiempos de llegada y fomentando las relaciones entre usuarios de distintas plantas.
Cada pompa en su interior alojará luminarias de bajo consumo de LEDs de tonalidades variables que le permitirán cambiar de imagen de modo camaleónico por la noche.